¿Externalizar el social media?
Este es un debate abierto sobre el que se habla mucho pero se concreta poco, ¿se puede externalizar el social media en una empresa?
Voy a explicar mi punto de vista y mis razones. De entrada no soy partidario de su externalización y estos son los principales motivos que suelo argumentar a mis clientes:
- El responsable del social media debe formar parte de la empresa y conocerla a fondo, entre otras cosas, para que tenga siempre todos los argumentos necesarios ante cualquier consulta de un usuario o cliente.
- Uno de los principales focos del social media debe ser la atención al cliente. Como clientes ¿qué sucede cuando nos atienden desde un call center al efectuar una reclamación?, ¿no nos sentimos defraudados?, pues un servicio de social media externo se podría comparar a un call center.
- Cuando hablamos de social media no concibo la presencia de una empresa sin una estrategia ni una planificación. Si el responsable de social media de una empresa es externo y no conoce a fondo la empresa difícilmente podrá preparar un plan estratégico en condiciones.
- Un plan estratégico de presencia en social media no debería limitarse a un solo departamento de la empresa, sea marketing, ventas o cualquier otro, debería ser un plan integral, organizado y que implique a toda la empresa. Quien organice esto debe ser alguien de la propia empresa, pues sería muy difícil, por no decir imposible, que lo consiga organizar alguien externo.
- Ante una crisis de reputación o de cualquier otro tipo, en los medios sociales, una persona interna, bien preparada, siempre tiene más capacidad y agilidad de reacción y respuesta que una persona externa.
Sin embargo, a pesar de todo lo expuesto, existen excepciones en las que es aconsejable externalizar ciertas opciones:
- Una empresa pequeña o microempresa, muchas veces, no tiene recursos ni capacidad para hacerse cargo de todo el trabajo que conlleva una acción bien realizada en social media. En estos casos aconsejo dos cosas, primero que haya una persona responsable interna, que se forme y conozca bien lo que se tiene que hacer. Segundo, que contrate de forma externa aquellas partes que no va a poder cubrir esa persona por falta de tiempo, por ejemplo un blogger, la monitorización o la dinamización de las comunidades, entre otras muchas opciones, pero siempre con un responsable interno de la empresa atento a todo.
- La planificación y el seguimiento de la estrategia, por lo general, deberá contar con un asesoramiento externo, al menos durante cierto tiempo, hasta que los responsables internos se vean capacitados para continuar solos.
- La formación de las personas responsables de la estrategia, así como otros profesionales que vayan a formar parte del equipo de social media, también es aconsejable que se realice por personal externo, aunque en la empresa haya personas capacitadas para ello, pues conozco por experiencia lo poco productiva y efectiva que es la formación impartida por personal interno, además de que una formación externa siempre puede aportar nuevos conceptos y puntos de vista que, de otra forma, jamás se obtendrían.
- Determinados procesos, como puede ser la monitorización, una consultoría de optimización de tiempo y recursos, una campaña puntual, el desarrollo de una aplicación, entre otros muchos, también son servicios externalizables, pero siempre controlados desde dentro de la empresa.
Hay más motivos, aparte de los enumerados aquí, que me convierten en un ardiente partidario de la no externalización del social media, pero mencionarlos todos haría que este post fuese demasiado extenso, así que invito a los lectores a que dejen sus comentarios, en pro y en contra, acerca de este debate.
El debate es sin duda muy interesante para quienes nos movemos en este ámbito, seamos profesionales o empresarios. Estoy bastante de acuerdo con tus opiniones, pero sobre todo con tus argumentos en pro y en contra de la externalización.
Sin embargo creo que hay factores tan determinantes, como el potencial económico con que cuenta la empresa, que en muchos casos dejan sin valor cualquier otra argumentación. Hay muchas PYMES que de ninguna de las maneras pueden contratar a personas para que realicen esta labor, lo mismo que no pueden pagar un sueldo mensual a un administrativo, a un experto contable y a un asesor fiscal, por poner un ejemplo, y acuden a una gestoría para que les lleve las cuentas y les asesore cuando lo necesitan.
Desde esa óptica, la intervenión externa se hace absolutamente necesaria. La manera y la profundidad de esa externalización deberá negociarse y ajustarse a las necesidades y recursos de la empresa en cuestión. Puede que el proceso sea largo o incluso que se realice por etapas o por objetivos concretos, pero es el único camino posible cuando una PYME con medios escasos quiere tener presencia activa en las redes sociales.
Hola Lorenzo, tienes razón y, de hecho, en el día a día, tengo que lidiar con estos problemas que comentas de las pymes, aunque siempre acabo por convencerlos de que lo más importante es que el empresario o alguien interno de su confianza, reciba la formación y después, les ayudamos en lo que haga falta y, como tu bien dices, adaptándonos a sus posibilidades económicas, pues no queda más remedio, pero que alguien de dentro esté formado, eso si que lo ponemos como requisito, si no preferimos no entrar.
Pienso que el debate es interesante y está vivo, Mucho hemos de caminar para que estas funciones se adapten a todos los tipos de empresas, por tamaño o por sector, con mayor o menor potencial económico.
Básicamente estoy de acuerdo con esa idea de no externalizar por la implicación mas que necesaria de quien está al cargo del social media de una empresa. La verdad es que no me imagino, por ejemplo, a un Director de Marketing externo a la empresa para la que trabaja. De todos modos, creo que hay matices o excepciones a este principio. Por ejemplo, la contratación de algunos servicios externos específicos como complemento necesario para el diseño, la puesta en marca o la monitorización de una estrategia en social media; o para microcampañas de presentación de un producto o servicio; o para, como apunta Lorenzo Molina, aquellas Pymes, autónomos o, ¿por qué no?, pequeños comercios, que deseen integrar en su estrategia de marketing, una estrategia de social media eficaz, pero para la que no disponen de tiempo y prefieren contratar a alguien que les represente en la arena del social media.
Es el mismo debate que existe desde hace lustros en la función de recursos humanos. Las conclusiones, las mismas, o casi.