“Soy Leyenda”

Posted by alvaroanfora on feb 20, 2013 in Social Media | 8 comments

Mi nombre es @MF_Ghislain, me muevo en el mundo de las Redes Sociales y “Soy leyenda”.

Cuando me preguntan cómo he llegado a ser el referente mundial, en un sector tan competitivo y prolífero, siempre contesto lo mismo: “Disponiendo de tiempo libre, manteniendo la comunicación con la comunidad y una pizca de casualidad.”

No diré que haya sido una labor difícil, tampoco diré que haya sido algo premeditado, simplemente sucedió. Al igual que un vídeo cualquiera (pongamos como ejemplo PSY – Gangnam Style), logra records de visitas en youtube, sin que exista un motivo, razón o argumento aparente, yo fui elegido por la diosa fortuna para ser el icono del Social Media.

Os contaré brevemente como ha sido mi trayectoria en las redes sociales y vosotros mismos podréis sacar la conclusión de si es un título merecido, o si por el contrario soy el resultado de una dinámica incontrolable, que te arrastra por las redes sociales al ritmo de la corriente que marcan los usuarios que la habitan.

Comencé en las redes sociales como muchos de vosotros, por curiosidad, para conectar con gente con intereses comunes y para mantener la relación con familiares y amigos a quienes la distancia geográfica me impedía visitar con frecuencia.

Un perfil en facebook y una cuenta en twitter fueron mi bautizo social, aunque posteriormente fui añadiendo otras redes sociales a mi currículo: linkedin, google+, pinterest, youtube, etc.

Los primeros meses en las redes sociales se basaron en crear mi pequeña comunidad de seguidores, establecer mis temas y preferencias y en conocer las herramientas básicas que me permitían gestionar mis redes y monitorizar aquellos temas sobre los cuales sentía atracción. Esto no resulto difícil, puesto que la información que necesitaba estaba a mi disposición en internet, y solo era cuestión de saber buscarla. Además recibía continuamente de los usuarios a los que seguía, la información que necesitaba: respuestas a mis preguntas, tuits con enlaces, o un post en un blog, que indicaban cuales eran las herramientas que debía utilizar y cuáles eran las reglas básicas de interactuación

Eso siempre se lo agradeceré a las redes sociales: la predisposición a compartir y a conversar, que existe en los usuarios que han ido formando mi comunidad a lo largo de todos estos años.

Una vez conocidas las herramientas, empecé a crear mi comunidad. Tras establecer mis temas de interés y suscribirme a los grupos adecuados, los followers empezaron a venir casi por si solos. Al fin y al cabo todos tenemos la necesidad de ser aceptados, lo cual nos lleva casi instintivamente a seguir a aquellos usuarios que nos siguen en las redes, esperando que aquellos a los que nosotros seguimos, nos acepten también.

Durante una buena temporada me dedicaba a leer casi todo lo que me llegaba y a difundirlo por las redes. Seguía a las personas más influyentes y me suscribía a los blogs de actualidad, con la intención de ser de los primeros en difundir la información en las RRSS. Seguir las publicaciones de autores extranjeros me facilitó esta tarea. No tardé muchos meses en tener un número de seguidores fieles que retuiteaban mis contenidos y me hacían menciones de manera periódica, lo cual se reflejó en mi “Klout”.

En este nivel de relación con las RRSS se produce un punto de inflexión. De repente empiezas a pensar que eres una persona importante (como te hace suponer tu nivel de seguidores, que se acerca a los 5.000 usuarios), y buscas superarte a ti mismo. El siguiente paso fue crear mi propio blog, para aumentar la relación con mi comunidad, a través de una comunicación más directa y personal, mediante los comentarios y participaciones de los diferentes post.

La dinámica de trabajo era bien sencilla, elegía un tema al azar, preferiblemente un tema de actualidad o algo relacionado con el mundo del social media (esto último ya me garantizaba un número de lectores elevado). Recopilaba algo de información de blogueros importantes, buscaba algo en Google y en las redes sociales, realizaba una síntesis con una pequeña aportación y ya tenía mi artículo publicado. Después era cuestión de difundirlo por mis canales y esperar que la comunidad se encargase de viralizarlo. Si dedicas un poco de tiempo y dedicación (muy importante evitar el copy/paste y procurar mencionar siempre a las fuentes), es muy posible que consigas aumentar tu número de seguidores y empieces a crearte una pequeña reputación.

A estas alturas yo ya llevaba un par de años coqueteando con las redes sociales y rondaba los 10.000 seguidores en mi cuenta de twitter.

Mi blog tenía una cantidad de visitas y de difusión significativas y en mi comunidad de seguidores me empezaban a considerar como una persona influyente y entendida en la materia. Frecuentemente me realizaban consultas, que tras consultar mis fuentes, me apresuraba en contestar. Siempre me ha parecido importante mantener el dialogo y la comunicación con mis seguidores (para conservar la fidelidad de la comunidad), agradeciendo sus tuits y menciones, e intentando solucionar sus dudas.

Llegó el momento de dar, el siguiente paso: mi primera publicación. Se trataba de un libro sencillo que recogía las principales herramientas que había ido conociendo en este navegar por el mundo virtual. Llevaba como título “Las mil y una noches del Community Manager, una selección de las mejores herramientas” y su distribución se hacía de manera gratuita a través de mi blog y de mis canales de redes sociales. Curiosamente el libro tuvo gran aceptación, sobre todo en los aficionados a internet e informática, que querían comenzar a dar sus pasos en el mundo del CM, un mercado que empezaba a estar en su punto más álgido, (años después, estallaría la burbuja del social media).

Esto me animo a escribir un segundo libro, que llevaba por título “De red social en red social y tiro porque me toca“, a lo que le siguió un tercero “Las reglas básicas en redes sociales y cuando no hacerles caso“. Ambos fueron distribuidos igualmente de manera gratuita a través de mi blog y mis canales de redes sociales. Ambos libros venían a ser una recopilación de los diferentes post que había ido redactando en mi blog, por lo que solo fue cuestión de crear una línea argumental entre ellos, para dar coherencia a la narración.

La cantidad de visitas que recibía mi blog, tanto de usuarios que seguían mis artículos, como de aquellos que querían descargarse mis libros, me brindó la posibilidad de insertar banner y anunciantes patrocinadores, por lo que empezaba a sacarle rentabilidad a lo que en principio comenzó como un hobby.

Los ingresos comenzaron a llegar también por otras vías. Empecé a acudir como ponente y especialista en talleres y eventos relacionados con el mundo del Community Manager y el Social Media. Igualmente era solicitado por instituciones, empresas o asociaciones formativas, como profesor, para impartir cursos de iniciación en las redes sociales o sobre herramientas de análisis y medición, las cuales ya me había acostumbrado a utilizar en mis tareas diarias y que aunque no dominaba, conocía lo suficiente como para poder cumplir con mi labor de formador. Desarrollé nuevos blogs más técnicos y específicos, entre los cuales repartía los artículos que iba desarrollando. Esto me permitió ampliar mi abanico de patrocinadores y banners y aumentar los ingresos así como también acceder a un público más técnico y profesional. Gran parte de los posts que escribía, se basaban en dar respuesta a las diferentes dudas que me llegaban a través de mis redes sociales. Muchas de ellas tenían fácil respuesta, solo era cuestión de saber buscar en internet y de disponer del tiempo para poderlo consultar. Otras veces debía acudir a mis seguidores, trasladarles la consulta y esperar que alguno de ellos supiese la respuesta (otra de las ventajas de disponer de una gran comunidad de seguidores, dispuestos a compartir) para luego escribir el post. Eso sí, siempre mencionando a mis fuentes. Nunca he pretendido quitarle el mérito a nadie, ni asignarme una titulación que no me corresponda.

Esta etapa de mi vida fue la más intensa y de mayor actividad: Los diferentes blogs, la formación, los talleres y las charlas me tenían ocupado las 24 horas del día, y luego estaban las noches, las cuales aprovechaba para consultar las redes y realizar las correspondientes menciones y agradecimientos, así como establecer la programación de los diferentes contenidos que habrían de publicarse en mis RRSS al día siguiente.

Ya era considerado como un “Gurú” y tenía una reputación y un prestigio que eran conocidas más allá de las fronteras geográficas, por lo que en algunas ocasiones era demandado por otros países para realizar labores de formador, consultor o realizar charlas y talleres. Fue entonces cuando una editorial me propuso la realización de una colección de libros formativos, orientados al sector del social media. Estos libros establecían los pasos y las directivas sobre cómo convertirse en un profesional de las redes y como trabajar como CM, utilizando como referente mi propia experiencia y utilizando como nexo argumentativo mi propia historia.

La colección estaba compuesta por los siguientes libros formativos:

Socializando 2.0 – Primeros pasos.

Socializando 2.1 – Viviendo en las redes sociales. 

Socializando 2.2 – Gestión de cuentas de empresas.

Socializando 2.3 – Como convertirse en gurú

Con cada libro que se publicaba mi reputación crecía de manera exponencial, hasta tal punto que incluso tuve entrevistas en revistas, llegando incluso a ser portada con la edición de mi último libro. También realizaba apariciones en programas de televisión orientados al mundo de la tecnología.

En la actualidad me encuentro desarrollando mi último libro:

“Socializando 3.0 – El paso definitivo. Comunicando off-line”.

Una reflexión sobre la realidad que se vive hoy en día en las redes sociales, donde la comunicación y el dialogo han perdido su esencia, pasando a ser un canal meramente de autopromoción, hipocresía y falsedad.

Soy consciente de que al igual que una canción de verano, soy una moda pasajera y que mi futuro en las en las redes sociales está a merced de un tuit, pero esta es mi realidad. Nunca he realizado una campaña de social media, nunca he puesto en práctica mis doctrinas, ni he demostrado su utilidad, sin embargo tengo 25 millones de seguidores y me he convertido en “Leyenda“.

 

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